La fatiga es un síntoma muy común en personas que reciben tratamiento para el cáncer. Esto no suele ser un tipo normal de cansancio, sino un “Cansancio de hueso” cansancio que no mejora con el reposo. Para algunas personas, este cansancio dura mucho tiempo después del tratamiento y puede disuadirlos de la actividad física.
Sin embargo, el ejercicio puede ayudar a reducir el cansancio. Los estudios han demostrado que los pacientes que siguen un programa de ejercicio adaptado a sus necesidades personales se sienten mejor física y emocionalmente, y pueden lidiar mejor.
Si usted está enfermo y necesita estar en cama durante el tratamiento, es normal esperar que su condición física, resistencia y fuerza muscular para disminuir un poco. La terapia física puede ayudarle a mantener la fuerza y la amplitud de movimiento en sus músculos, que puede ayudar a combatir la fatiga y la sensación de depresión que algunas veces surge al sentir tanto cansancio.
Cualquier programa de actividad física debe ajustarse a su propia situación. Una persona mayor que nunca ha ejercido no será capaz de asumir la misma cantidad de ejercicio que una joven de 20 años que juega tenis tres veces a la semana. Si usted no ha hecho ejercicio en unos pocos años, pero aún puede moverse, es posible que desee considerar tomar paseos cortos.
Hable con su equipo de atención médica antes de comenzar y obtener su opinión sobre los planes de ejercicio. Luego, trate de conseguir un compañero de ejercicio para que no los haga solo. Cuando los familiares o amigos se integran en un programa de ejercicios nuevo, usted obtiene el refuerzo adicional de apoyo para seguir jugando cuando el entusiasmo simplemente no está allí.
Si usted está muy cansado, sin embargo, usted necesitará balancear la actividad con el descanso, es aceptable que descanse cuando sea necesario. Es realmente difícil para algunas personas permitirse hacer esto cuando están acostumbradas a trabajar todo el día o asumir las responsabilidades del hogar.
El ejercicio puede mejorar su salud física y emocional:
- Mejora su condición cardiovascular (corazón y circulación).
- Fortalece sus músculos.
- Reduce el cansancio.
- Reduce la ansiedad y la depresión.
- Te hace sentir más feliz.
- Le ayuda a sentirse mejor consigo mismo.