El melanoma metastásico puede considerarse a todos los efectos una enfermedad crónica. Gracias al uso de inmunoterapia, combinado con la administración de fármacos dirigidos molecularmente, es posible controlar eficazmente la enfermedad. Los resultados fueron presentados en el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), uno de los eventos mundiales más importantes en la lucha contra el cáncer.
La inmunoterapia convirtió el melanoma en una enfermedad crónica
INMUNOTERAPIA Y MELANOMA
Antes de 2011, cuando se aprobó la primera inmunoterapia de la historia (ipilimumab), la esperanza de vida promedio para el melanoma metastásico era de solo 9 meses desde el diagnóstico. Hoy el escenario se ha revertido por completo y el melanoma puede transformarse en una enfermedad crónica. Los datos disponibles hasta la fecha 10 años después del diagnóstico nos dicen que el 20% de los pacientes tratados con ipilimumab están vivos.
COMBINAR DIFERENTES ESTRATEGIAS
Para ampliar aún más los efectos de la inmunoterapia en el control de la enfermedad, los oncólogos llevan mucho tiempo experimentando con el uso de diferentes combinaciones de fármacos. Con la última combinación de fármacos desarrollada (ipilimumab más nivolumab), los datos son aún más reconfortantes: el 52% de las personas están vivas 5 años después del diagnóstico.
En la lucha contra el melanoma metastásico, sin embargo, no solo hay inmunoterapeutas. En muchos casos, el melanoma se caracteriza por una mutación en el gen BRAF que lo hace particularmente sensible a la acción de fármacos dirigidos molecularmente. Por tanto, aprovechar esta segunda opción podría aportar más beneficios a los enfermos. Sin embargo, para comprender cómo y cuándo administrar estas dos estrategias de tratamiento: inmunoterapia y medicamentos de objetivo molecular – el estudio SECOMBIT coordinado por el profesor Paolo Ascierto, director de la Unidad de Oncología del Melanoma, Inmunoterapia Oncológica y Terapias Innovadoras de la “Pascale” de Nápoles ha estado en marcha durante algún tiempo.
EL ESTUDIO SECOMBIT
En el congreso de la ESMO se presentaron los primeros resultados preliminares destinados a identificar la secuencia correcta de terapias en personas con melanoma metastásico que tienen la mutación del gen BRAF. En el primer grupo, se probó la terapia diana seguida, tras la progresión de la enfermedad, por inmunoterapia con nivolumab e ipilimumab. En el segundo, se administró inmunoterapia y, en progresión, terapia diana. En el tercero, la inmunoterapia y las terapias diana juntas y luego, con eventual progresión, solo las terapias diana.
“A los 32 meses desde el inicio del ensayo – explica Ascierto – la segunda opción (inmuno y luego progresión del objetivo) es permitir lograr la mejor supervivencia global a 3 años, igual al 62%, en comparación con el inicio de la terapia objetivo (54 %) o con la tercera opción (60%) Los datos preliminares indican también una supervivencia libre de progresión de tres años del 53% a partir de la combinación de nivolumab e ipilimumab en comparación con el 41% con la terapia dirigida molecularmente y el 54% con la tercera opción “. Los datos indican cada vez más claramente cuándo el melanoma metastásico se está convirtiendo en una enfermedad crónica.
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